lunes, 6 de diciembre de 2010

El Vuelo


Y aunque se nos llegara a dar bien la cuestión de conseguir comida, fijaos cómo nos chocamos con las nubes y otras cosas si él no está cerca para echarnos una mano.
Efectivamente, se iban chocando todo el tiempo. Ya podían volar con fuerza, aunque seguían moviendo demasiado las piernas, pero si veían una nube delante, cuanto más intentaban esquivarla, más certeramente se chocaban contra ella.




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